Notas
«La historia del kurusu Gregorio»…
«La historia del kurusu Gregorio»…
Gregorio era un hombre común y corriente, según cuentan los pobladores de Sapucái. Quizás amante de la bebida, quizás buen cristiano, quizás un hombre trabajador, tenía por compañera a una mujer cuyo nombre se lo llevó el olvido. Una mañana, ambos iban de la mano bajando el Cerro Rokê.
Esa mañana Gregorio tuvo un mal presentimiento, por lo que decidió salir con su revólver. El hombre no sabía que su amada tenía una historia amorosa con otro hombre. No hay información de quién había llegado primero al corazón de la muchacha.
En mitad del camino, el rival aparece. El asaltante amoroso tenía un cómplice. El duelo llamó a la muerte y el comisario del pueblo llegó solo para encontrar a Gregorio sin vida. Ella corrió, y según algunos, se mandó mudar a Coronel Oviedo. El relato folclórico cuenta que el asesino y el cómplice, huyeron hacia la cima, llegó a su casa, se recostó en su lecho, herido por las balas y partió al más allá, tal vez, junto a Gregorio.
A las 10:00 horas.
El jejapi habría ocurrido cerca de las 10 de la mañana, hace 90 años. En el año 1932
Los lugareños levantaron en el lugar el «Kurusu Gregorio», supuestamente hacedor de milagros. «Eran las diez de la mañana cuando se escuchó el tiroteo. Estábamos en la comisaría a esa hora, mi papá era policía», omombe’u doña María Gill Barrios de Duarte (+) nacida hace 100 años
«Siempre que paso por ahí le pongo un paño, o le prendo vela y le rezo. Es milagroso. Conmigo siempre lo fue», he’i doña Modesta, lugareña. «La leyenda dice que si uno tira una piedrita en el montículo de rocas que está al lado del nicho, y ésta se queda, se te cumple un deseo.
Kurusu Gregorio: su nicho es fuente de deseos y milagros, ubicada actualmente al costado del camino Tape Bolí, que une la comunidad de Cerro Roké con la ciudad de Sapucái (Portal de Sapucai)
República de Ciudad del Éste
